En BeMonocromo nos enfrentamos siempre a reflexiones sobre nuestro aporte ambiental, porque a veces no es suficiente el uso de materiales provenientes de un proceso de recircularicación (como pasa con las telas recicladas que utilizamos), o el uso de monotejidos orgánicos (como el EcoVero y el Rayón de nuestros blazers) para asegurarnos que en su vida útil no aumenten la liberación de microplásticos y puedan reintegrarse a la cadena de descomposición más rápidamente. Las preguntas que surgen al realizar nuestros procesos de confección son, ¿Cuántos residuos estamos generando en hacer una pieza? ¿Cómo podemos gestionar esos remanentes textiles, incluso piezas terminadas, al tiempo que este proceso nos genere valor? Cada día estamos expuestos a la necesidad de descartar cosas para poder seguir adelante con nuestras vidas, desde el momento en que nos despertamos y comenzamos a interactuar con el mundo que nos rodea.
Al incorporar las siguientes prácticas, hemos encontrado eficiencias increíbles en nuestros procesos que nos han generado valor y nos han permitido disminuir los residuos textiles en más de un 80% al tiempo que nos han impulsado nuestros procesos creativos, y le hemos dado mayor vida a piezas que hemos diseñado anteriormente.
Ecodiseño
Nos pasó con algunas piezas que diseñamos, que al momento de realizar los cortes, descubrimos que más del 35% del material se desperdiciaba debido al ancho útil de las telas y al posicionamiento del print. Aunque logramos transformar muchos de esos remanentes en nuevas piezas mediante procesos de upcycling, todavía quedaban sobrantes que no podíamos reutilizar internamente. Para darles un mejor destino, colaboramos con marcas verdes certificadas, que los aprovecharon en la creación de productos.
Con el tiempo, entendimos que el cambio debía empezar desde el diseño. Ahora, antes de cortar, analizamos cuidadosamente los prints y las medidas de las telas, adaptando el patronaje para minimizar los residuos. Esta práctica ha reducido drásticamente el porcentaje de desperdicios, permitiéndonos no solo optimizar recursos, sino también crear piezas espectaculares.
Este enfoque nos demuestra que pequeños ajustes en el proceso pueden marcar una gran diferencia en nuestra búsqueda por aplicar modelos circulares.
El Rediseño y la Reparación: Extender la Vida de las Prendas
El rediseño consiste en transformar prendas existentes para darles un nuevo uso o una estética actualizada. Por otro lado, la reparación se enfoca en alargar la vida útil de las piezas mediante arreglos funcionales o estéticos. Ambas prácticas abordan uno de los problemas centrales de la moda rápida: la corta duración de las prendas en los armarios.
Por la esencia atemporal de las piezas que creamos, estas prácticas solían ser algo esporádicas. Nuestra comunidad valora las piezas por su versatilidad, ideales para combinar con diferentes outfits, y la confección cuidadosa con hilos e insumos de alta calidad garantiza que las prendas tengan una larga vida útil, que es justamente lo que buscamos.
Sin embargo, hemos encontrado algo fascinante en el ejercicio de rediseñar. Además de ser una práctica creativa que nos reta a innovar, nos permite refrescar nuestras piezas con más frecuencia. Deconstruir y reconstruir sin generar nuevos materiales es una manera de dar nueva vida a nuestras prendas, manteniendo el espíritu sostenible que nos define. Incluir las prácticas de rediseño y reparación en nuestros procesos es un desafío, porque implica encontrar la manera de estandarizarlas para hacerlas más eficientes. Sin embargo, ese es justo el camino que estamos recorriendo, con la idea de que, a futuro, estas prácticas se integren de forma natural en nuestra esencia como marca. Queremos que sean procesos fluidos y organizados que no solo reflejen nuestra filosofía, sino que también hagan más ágil y consciente el momento de confeccionar.
Con amor,
Maria Clara Villamizar – Fundadora de BeMonocromo